1. Variables biológicas
Las motivaciones que dan lugar a un
comportamiento concreto en determinada situación subyace en el sistema
nervioso. Un individuo que ejecuta o inhibe unas acciones determinadas en un
momento dado lo hace porque su sistema nervioso central así lo requiere,
relacionado con los estímulos que desencadena en aquel momento una situación
concreta (Durand, 1988; Escartí y García-Ferriol, 1994).
2. Variables personales
Motivación de logro: Atkinson (1964 citado por Vázquez y cols.
2001), establece que la necesidad de rendir que tiene un estudiante depende de
tres factores: la motivación para rendir (esfuerzo, compromiso), la expectativa
y el incentivo. La verdadera tendencia de un individuo a dirigirse hacia el
rendimiento es concebida por el resultante de dos tendencias opuestas: la de
lograr el éxito y la de evitar el fracaso.
Cuando
un estudiante, desde el punto de vista académico, atribuye mayor importancia a
tener éxito que a evitar el fracaso experimenta un éxito. Después, en vez de
repetirlo con una tarea similar, elevara su nivel de aspiración y buscara una
tarea más difícil. En caso inverso, si tiene éxito lo repetirá en el futuro,
porque su expectativa de éxito es mayor y tiene por lo tanto menos miedo al
fracaso (Peiró, 1999, Llanos y Tabernero, 2003).
Este
modelo determina la baja correlación que se ha encontrado en muchos estudios
entre motivación de rendimiento y desempeño escolar, ya que según la teoría, un
estudiante con grandes deseos de lograr éxito obtendrá buenos resultados
escolares, únicamente si su temor al fracaso es menor que su necesidad de tener
éxito y si las tareas asignadas no son ni demasiado fáciles ni demasiado
difíciles (Loyd y Fox, 1992; Sáenz y cols., 1999).
Motivo de afiliación: Esto, como el motivo social de estar
permanentemente en relaciones interpersonales calidas e intimas que implican
poco miedo al rechazo. Una educación física en un clima de desarrollo integral
(cognitivo, afectivo y motor) de la persona (Peiró, 1999).
Dentro
del ámbito educativo, incide en las conductas del desarrollo de las relaciones
personales (las personas con alto motivo de afiliación tienden a unirse a
grupos sociales y a sentirse mas satisfechas con sus amistades que las de bajo
motivo de afiliación) y en el mantenimiento de las redes personales (los
estudiantes con alto motivo de afiliación participan más de conversaciones
interpersonales, evitan juegos competitivos y les preocupa lo que los demás
piensen de ellos más que los estudiantes con bajo motivo de afiliación)
(Seifriz y cols., 1992; Tejero, 2003).
Motivo de poder: Se bordean temas como la dominancia, la
reputación, el status y la posición, ya que el motivo de poder, se define como
el deseo de hacer que el mundo y lo que en él sucede se ajuste a la imagen que
de él tenemos.
Caracterizada
como una persona que discute, se enfada con frecuencia y le gusta participar en
actividades y deportes competitivos.
Un
nivel alto, incide en las conductas de reconocimiento dentro del grupo,
liderazgo, una mayor frecuencia de impulsos agresivos y tienden a realizar
estudios de mayor influencia social (Torre y cols., 1997; Treasure, 1997; Viciana
y cols., 2003).
3. Variables externas
Como
los valores culturales, que siempre están en movimiento y evolucionan. En cada
momento histórico y en cada sociedad sobresalen determinados comportamientos,
actitudes que provocan el interés de los jóvenes sobre otros. Con esto viene a
que la sociedad refuerza determinados comportamientos y actitudes que son”bien o mal vistos” socialmente.
También
es imposible escaparse de influencia de los adultos significativos, padres y
profesores, pues todos tienen hacia los estudiantes expectativas, esperanzas que
pueden que no coincidan con los intereses o capacidades, pero que son fuente de
una motivación externa hacia determinada tarea (Florence y Cols., 2000; Duda,
2001).
4. Variables cognitivas
Expectativas: Se define como la anticipación y actualización
imaginativa de sucesos venideros en relación con los objetivos de nuestras
aspiraciones, se reconoce implícitamente una evaluación subjetiva. Hay que
diferenciar dos tipos de expectativas; unas tienen que ver con la interacción
entre la persona y la conducta, que se denominan expectativas de eficacia, y
las otras que relacionan la conducta con sus resultados denominadas
expectativas de resultado (Roberts, 1995; Peiró, 1999; Sáenz y cols., 1999;
Pulgarín, 2000).
La
primera surge dentro de 4 antecedentes; la experiencia directa, la indirecta,
la persuasión verbal y el estado fisiológico y nos ayudaría a explicar por qué
las personas no estamos dispuestas a actuar cuando se nos requieren conductas
que no dominamos.
La
segunda vendría condicionada por el feedback del resultado, la dificultad de la
tarea, la información derivada de las comparaciones y la personalidad y nos
explicaría por qué las personas tienden a perseguir metas que creen
(subjetivamente) que pueden conseguir (Bandura, 1986).
Metas: Meta podría definirse el logro de un nivel específico de
dominio de una tarea, generalmente dentro de un tiempo límite especificado,
esto es, se hace referencia a la consecución de unos objetivos, para lo que se
tendrá que establecer un programa de establecimiento y de consecución.
Peiró
(1999), afirma que la adopción de una determinada meta de logro depende de dos
factores; de las diferencias individuales (metas disposicionales, genero,
cultura y edad) y de los climas motivacionales.
El
establecimiento de metas tiene la ventaja de que permite el control por parte
del sujeto de su estado en cada momento en relación con la consecución de la
meta, ayuda a formar expectativas realistas, pues en cada momento tiene un
feedback concreto y conduce a niveles óptimos de confianza, ansiedad y
motivación (Peiró, 1999, Viciana y cols., 2003).
Autoeficacia percibida: En las teorías cognitivas, la primera vía de
información no es la recompensa externa ni el refuerzo (teorías conductistas),
sino la motivación intrínseca, ya que, los comportamientos de motivación
intrínseca son comportamientos que una persona realiza para sentirse plenamente
competente y autodeterminada (Bandura, 1986).
Los
conductos cognitivistas, la autoeficacia, la confianza o las atribuciones,
aparecen como mediadores críticos entre las estrategias de enseñanza y los
comportamientos de los participantes.
Bandura
(1986), determina que la autoeficacia no se relaciona con las habilidades que
un individuo tiene, sino con los juicios que un individuo puede hacer sobre las
habilidades que posee.
Se
centra en el rol mediador desempeñado por las percepciones individuales que
afectan a los diversos aspectos del comportamiento humano. Es una aproximación
socio-cognitiva a las causas que determinan el comportamiento, tanto
conductuales como fisiológicas y cognitivas, y a la acción de influencia que
ejerce el entorno. Postula que el comportamiento y las funciones humanas están
determinadas por las influencias interrelacionadas de los 4 parámetros
siguientes: rendimiento en ejecuciones anteriores, experiencias vicarias,
persuasión social o verbal, estados fisiológicos (Bandura, 1986).
En
relación con la educación física se asocia con gran relevancia con el concepto
de percepción de competencia o habilidad física percibida, pero este tema lo
relacionaremos más adelante. A mayor motivación, mayor nivel de competencia o
percepción de habilidad.
Incentivos: Como la causa o razón que mueve a hacer una
cosa. La disposición de actuar creada por la activación se estructura y
organiza en comportamientos tendentes a la consecución de un objetivo.
Relacionándose con motivo, castigo y recompensa, hay confusiones, pero el
incentivo se produce antes de la tarea, y el premio o castigo después de la
misma. Las personas aportan el incentivo de evitar el fracaso del mismo modo
que aporta el incentivo de conseguir el éxito (Peiró, 1999; Viciana, 1999;
Vázquez y cols., 2001).
5. Variables emocionales
Estados emocionales: Pueden considerarse como motivos en el
sentido que activan y dirigen una conducta, de este modo, emociones como el
miedo, la rabia, la alegría, la angustia van a provocar en la persona una forma
de actuar ante determinada situación.
Las
emociones son la manera en que los estados motivacionales forman el sistema de
respuesta apropiado a su estado actual, influenciado por el temperamento y los
estados de ánimo (Vázquez y cols., 2001, Pérez y Delgado, 2003).
El
temperamento constituye el conjunto de rasgos que dan cuenta de las
características emocionales de la conducta, incluyendo la dimensión conativa
(voluntad), por lo que queda clara la relación con la motivación. Entonces
debemos preguntarnos: ¿Como asumimos una actividad con el mismo estado de
ánimo?
Intensidad, calidad y estabilidad del afecto: Afecto como la fuerza
con que la persona vive sus emociones. Calidad de las mismas, y estabilidad,
como hoy mi sentimiento es este, mañana ya veremos o no sé.
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